Coquetear es algo tan natural que todos los seres vivos lo hacen. Y (en general) se vuelve tan sencillo a veces que ni siquiera notamos que lo estamos haciendo. Pero ¿Por qué amamos tanto coquetear? ¿Qué es lo que lo convierte en una actividad tan placentera para hombres y mujeres?

Las razones por las que amamos coquetear

Existen muchos motivos diferentes por los que disfrutamos tanto coqueteando. Hoy daremos una mirada a los más importantes.

Es lo que la naturaleza quiere que hagamos. ¿Has visto a un pavo real coqueteando? ¿Por qué crees que los machos tienen tan hermosas plumas si no es para mostrarlas y atraer la atención de la hembra? Así mismo, nosotros nos acicalamos a las nueve y salimos a mostrar lo mejor de nosotros mismos para llamar la atención de la chica que escogimos, simplemente siguiendo nuestro instinto primitivo diciéndonos que lo hagamos.

Es súper divertido. Si coquetear no fuese tan divertido, la gente no lo haría tanto. Todo el proceso de coquetear puede ser intimidante al principio, pero una vez que aprendes a manejarlo, se convertirá en algo natural y te recompensará enormemente. El ir y venir del coqueteo puede ser divertido. Encontrar a la chica perfecta para coquetear puede tornar una noche fuera de un asunto aburrido a la mejor noche que puedas imaginar.

Es bueno para nuestra autoestima. Un coqueteo exitoso – refiriéndose a uno en que obtenemos la respuesta deseada- puede hacer sentir a un hombre como un millón de dólares. No hay duda de que cuando una chica responde a tu coqueteo, te sientes importante y atractivo. No hay mejor motivador de confianza que su sonrisa cuando le platicas o una respuesta positiva a algo que dijiste. Ese sentimiento no tiene precio.

Es bueno para tu mente también. Pero no es solo tu confianza la que aumenta cuando coqueteas. Se ha demostrado que cuando coqueteamos nuestra mente trabaja a toda máquina. Esto es porque tenemos que pensar en cosas inteligentes que decir realmente rápido, así que nuestro cerebro está forzado a actuar velozmente o pareceremos tontos y aburridos. Así que, coquetear te hace inteligente también.

Podemos coquetear por cualquier motivo, lo único que es seguro es que nos gusta tanto que es probable que nunca dejemos de hacerlo. Desde el cálido sentimiento que tenemos cuando nuestro objeto de deseo responde bien a nuestro coqueteo, hasta la satisfacción que tenemos cuando rompemos el hielo de manera inteligente, coquetear es tan entretenido y reconfortante que todos lo adoran.